A medida que los emparejamientos entre magos y vampiros formados dentro de la Alianza se hacen más fuertes, los magos rebeldes sufren sus efectos y están cada vez más desesperados por encontrar información que les permita contrarrestarlos, desconocedores de la creciente tensión que el vínculo entre sangre y magia causa tanto a los magos como a los vampiros.

El conflicto se está extendiendo. Los problemas creados por relaciones incómodas o molestas, tanto desde el punto de vista personal como profesional, amenazan con destruir la Alianza desde su interior, a pesar de los esfuerzos de Alain Magnier y Orlando St. Clair, Thierry Dumont y Sébastien Noyer e incluso Raymond Payet y Jean Bellaiche, líder de los vampiros de París, quien está luchando a su vez por establecer un pacto estable con su propio compañero de tal forma que pueda servir de ejemplo.

Mientras la guerra se recrudece y bajas dolorosas aumentan en ambos bandos, los magos rebeldes siguen buscando claves para comprender y neutralizar la fuerza de la Alianza, al mismo tiempo que las parejas vinculadas por la sangre rebuscan entre antiguos prejuicios y tradiciones populares para encontrar alguna ventaja que pueda inclinar la guerra a su favor de una vez por todas.