Hay un millón de energías en el hombre.

¿En qué no nos convertiremos cuando aprendamos a utilizarlas todas?

Esta es la declaración del poeta; y aunque la poesía está comúnmente motivada por visiones trascendentales, y por lo tanto más o menos impresionada con hipérboles aparentes, sin embargo hay en esta expresión poética mucha más verdad literal y práctica de lo que podemos pensar a primera vista.

Nadie sabe cuántas energías hay en el hombre, pero son tantas que incluso los más grandes observadores de la acción humana han encontrado inconcebible contarlas todas. Y como la mayoría de estas energías son notables, por decir lo menos, y algunas de ellas tan notables que parecen tanto ilimitadas en poder como incontables en posibilidades, bien podríamos preguntarnos en qué se convertirá el hombre cuando aprenda a utilizarlas todas. Es el propósito de las siguientes páginas, no sólo para discutir estos mayores poderes y posibilidades en el hombre, sino también para presentar las técnicas prácticas a través del cual se puede aplicar.

Y es el propósito de las siguientes páginas animar a tantos individuos como sea posible a estudiar y aplicar estos poderes mayores dentro de ellos para que no sólo puedan llegar a ser más grandes y más ricos y más dignos como personas, sino que también puedan llegar a ser los precursores de esa raza más elevada y más fantástica con la que todos hemos soñado con tanto cariño.